La crisis ambiental nacional afecta tanto a los espacios naturales como a la vida ordinaria de los seres humanos y tiene un origen de tipo tecnológico que se deriva del modelo imperante de crecimiento económico, cuyos rasgos esenciales son de agotamiento, degradación y contaminación en la dimensión ambiental y de desigualdad en la dimensión social. Frente a contextos como éste, y teniendo como punto focal la economía, se han planteado “arreglos” e “instrumentos” buscando un “nuevo orden” para mantener, dentro de ciertos límites, los impactos ambientales derivados de los procesos económicos.